Emiliano “Dibu” Martínez dejó una marca indeleble en el fútbol mundial al ganar, por segundo año consecutivo, el prestigioso Trofeo Yashin, que distingue al mejor arquero del mundo. La ceremonia tuvo lugar en el elegante Théâtre du Châtelet de París, en el marco del Balón de Oro organizado por la revista France Football.

Lautaro Martínez, su compatriota, fue el encargado de entregarle el galardón. En su emotivo discurso, Dibu expresó: “Muchas gracias a todos. Es un honor volver a estar acá. Siempre estaré agradecido a mis compañeros de la Selección y el Aston Villa”. Además, resaltó la importancia del trabajo en equipo y su deseo constante de mejorar, recordando sus humildes orígenes: “Vengo de un lugar chico y siempre lo recuerdo. Eso me motiva a seguir creciendo”.

Martínez se consolidó como un pilar fundamental tanto para la Selección Argentina como para el Aston Villa, destacando su actuación en la Copa América y su papel clave en la clasificación a la Champions League. “Es un privilegio estar aquí, con familia y amigos. Este año he estado entre los 30 mejores arqueros del mundo, lo cual es muy positivo”, comentó, subrayando la relevancia de su puesto en un deporte donde los goles suelen acaparar más atención que las atajadas.

Con esta victoria, Dibu Martínez se convierte en el primer arquero en la historia en ganar el Trofeo Yashin en dos ediciones consecutivas, superando a leyendas como Gianluigi Donnarumma y Thibaut Courtois. Reflexionando sobre su carrera, Dibu afirmó: “Esto es increíble. Apenas soñaba con jugar un partido con la Selección”, y se mostró humilde al señalar que no se considera el mejor, enfocándose en el éxito del equipo.

Lautaro Martínez elogió a su compañero, resaltando su carácter y dedicación: “Es alguien muy especial. Ayuda a todos, a los más jóvenes. Todo lo que hace lo hace porque quiere ganar”. Dibu, quien ocupó el puesto 18 en el ranking del Balón de Oro, superó en la votación a reconocidos arqueros como Andriy Lunin y Mike Maignan.

En un gesto de gratitud, Dibu llevó consigo a París a sus entrenadores, Martín Tocalli y Javier García, reconociendo que su éxito es el resultado de un esfuerzo colectivo: “Mis atajadas son el producto del trabajo de todos”, concluyó.

Con esta nueva consagración, Emiliano Martínez continúa escribiendo su nombre en la historia del fútbol argentino, demostrando que la pasión y el trabajo duro pueden lograr lo que parece inalcanzable.

Por otro lado, el DT de la Scaloneta fue nominado al premio Johan Cruyff al mejor entrenador del año, entregado por primera vez por France Football, aunque no estuvo presente en la gala y el ganador fue Carlo Ancelotti, por su éxito en la Champions y LaLiga con el Real Madrid.