
Análisis y opinión
Visión
Se dobla y se rompe
Después de que algunas diferencias políticas quedaran en evidencia, el bloque de la UCR en Diputados se quebró con una interna que complica su futuro.
24 de Octubre de 2024

La tensión puertas hacia adentro de la Unión Cívica Radical se palpaba desde hacía mucho tiempo, sobre todo con aquellos legisladores que, a pesar de seguir integrando la bancada, estaban más cerca de Javier Milei que de sus propios correligionarios. Lo que sucedió fue lo que se suponía, se quebró en bloque en dos en la Cámara de Diputados.
Una vieja frase que identificaba a la UCR era “que se rompa pero que no se doble”, como un deseo de no ceder a las convicciones del partido centenario y que tiene sus orígenes en Leandro Alem y que Raúl Alfonsín la acuñó varios años después. Sin embargo, los últimos acontecimientos en el Congreso, reflejaron que algunos dirigentes boina blanca están casi en las antípodas de ese pensamiento.
Las sesiones sobre la Ley de Bases, sumado al acompañamiento de un sector para refrendar los vetos del Presidente al aumento en las jubilaciones y el presupuesto educativo para las universidades, abrieron una grieta interna que provocó heridas que no sanaron. Esas diferencias se hicieron notar, a pesar de que hubo algunos que trataron de curar y solucionar el conflicto.
Uno de los principales apuntados como el responsable de esta fractura es el jefe del bloque Rodrigo De Loredo, debido a que no supo manejar todas las voluntades de sus colegas de bancada. Incluso, por momentos, el cordobés estuvo mucho más cercano al oficialismo y fue uno de los negociadores para aportar los votos que satisfagan las voluntades de Milei.
Sobre De Loredo, fueron muchos los que lo criticaron por ir hasta la Casa Rosada, señalando que fue “de rodillas”, como un signo de debilidad. A partir de esas palabras de Fernando Carbajal, uno de los legisladores nacionales que responde a Facundo Manes, se fue gestando el nuevo espacio radical dentro de la Cámara Baja en el Congreso.
Poco después se confirmó el nuevo bloque conformado por 12 diputados que estará integrado por Manes, Pablo Juliano (elegido presidente), Marcela Coli, Manuel Aguirre, Juan Carlos Polini, Jorge Rizzotti y Carbajal, por el lado del neurocientífico. Carla Carrizo, Danya Tavela, Mariela Coletta y Marcela Antola irán por el lado de Martín Lousteau. Y también cuentan a Melina Giorgi, que responde al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro.
Desde hacía varios meses, la UCR se venía doblando por las diferentes entre sus integrantes, fundamentalmente entre quienes estaban más cercanos a la postura de De Loredo y quienes se sentían identificados con Manes. Ese conflicto se profundizó cuando los cinco radicales dieron un vuelco y votaron en conjunto con La Libertad Avanza.
Pero, sobre todo, se presume que la gota que rebalsó el vaso fue que el cordobés aceptó la invitación de ir hasta la Casa Rosada junto al PRO y el MID, que trabajan como interbloque el oficialismo, como punto de partida para negociar la aprobación del Presupuesto 2025 que, lógicamente, va en sintonía con el ajuste llevado a cabo por el Gobierno.
Días atrás se barajó la posibilidad de que expulsen a los diputados mileístas y hasta surgió una especie de propuesta elevada por Julio Cobos y Mario Barletta para que los mismos se comprometiera a no volver a votar a contramano de los acuerdos e ideales radicales. Pero eso no sucedió y finalmente el bloque en la Cámara Baja se quebró. De esta forma, para no depender del sello de la UCR, el espacio se denominará “Democracia para siempre”.
Este movimiento en el tablero político puede tener dos lecturas: por un lado, que las diferencias ideológicas entre los integrantes de la bancada sean insalvables y de allí la flamante división; mientras que la otra, tal vez un poco más conspiracionista, sería que este nuevo bloque tendrá la potestad de poder negociar acuerdos propios con Milei y compañía. Solo el tiempo revelará la verdadera razón.
