
Análisis y opinión
Visión
Jubilados, “la casta” que paga el ajuste del Gobierno
Tras la decisión de Milei de vetar el incremento en sus haberes, cientos de personas se manifestaron en las calles y fueron reprimidas por las fuerzas policiales.
28 de Agosto de 2024

Javier Milei basó toda su campaña despotricando contra “la casta” y asegurando que el ajuste lo iba a pagar el poder político. Pero a casi 10 meses de su asunción, no solamente que sus promesas quedaron en el olvido, sino que está haciendo todo lo contrario a lo que dijo que iba a hacer, y uno de los principales sectores que más están sufriendo sus decisiones son los jubilados.
Con la enorme variación de la inflación y el incremento de los servicios públicos, sumado la suba de los medicamentos, los adultos mayores se ven afectados por las medidas económicas de Milei y su Gabinete. Cuando aparecía una pequeña luz tras la votación en el Congreso para modificar la fórmula previsional, con un pequeño aumento en los haberes que no superaba más del 10%, el Presidente vetó la ley.
No alcanzó con licuarles el poder adquisitivo (sobre todo a aquellos que cobran la mínima, quedando por debajo de la línea de pobreza y sin llegar a cubrir la canasta básica), sino que también se opuso a una suba en el dinero que perciben mes a mes después de haber aportado y trabajado durante tantos años. El veto fue un ataque más a esa porción de la sociedad que hasta incluso aportó una buena cantidad de votos a La Libertad Avanza.
La excusa que ensayaron Milei y el titular del Palacio de Hacienda, Luis “Toto” Caputo, es que ese incremento pone el riesgo el déficit cero. Y he aquí la confesión de cuáles son las prioridades para el Gobierno Nacional: con tal de cumplir una de las metas que pide el Fondo Monetario Internacional para devolver el préstamo que, por esas casualidades de la vida lo pidió el mismo Caputo, prefieren a los abuelos y abuelas pasando hambre.
Tal como si todo esto fuera poco, en la jornada de hoy se conoció una nueva iniciativa que los perjudica todavía más. Resulta que el PAMI resolvió restringir el acceso a medicamentos cubiertos al 100% e impuso nuevos requisitos por lo que, aseguran, que serán millones los jubilados que se quedarán sin la cobertura en los remedios, a partir del próximo 1° de septiembre.
La obra social estatal de los adultos mayores informó la modificación del esquema de cobertura de medicamentos, por lo que gran parte de las medicinas con las cuales los afiliados contaban con un beneficio total ahora sólo tendrán una cobertura del 40% al 70%. Solo quedarán al 100% aquellos que sufran enfermedades crónicas o tratamientos especiales, como los oncológicos, hipoglucemiantes, insulina, tiras reactivas y antirretrovirales.
Para colmar el ataque hacia uno de los sectores más vulnerables de la población, al Gobierno Nacional solamente le faltaba reprimirlos: y así fue. Para manifestar en contra del veto presidencia, cientos de jubilados se concentraron en las calles de la Ciudad de Buenos Aires y marcharon desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo, para exigir que el valor del haber mínimo sea igual al de la canasta del adulto mayor.
¿Cuál fue la respuesta del Gobierno a este reclamo? Palos y gases. Una feroz represión que dejó como saldo varias personas heridas y una indignación generalizada que llegó a parte de la dirigencia política. Algunos diputados y referentes de la oposición se expresaron a través de las redes sociales para repudiar el salvaje ataque.
En el momento en el que los manifestantes estaban sobre la Avenida Rivadavia, frente al Congreso Nacional, los efectivos de la Policía comenzaron con la acción: primero fueron empujones para intentar que suban a la vereda, pero ante la resistencia de los que participaban de la marcha, los uniformados avanzaron con una represión que incluyó palazos y gas pimienta.
Las movilizaciones de los jubilados ocurren todos los miércoles, pero en esta oportunidad, como se reclamaba también por el veto del Presidente, tuvo mayor asistencia. La convocatoria fue realizada por la Unión de Trabajadores Jubilados en Lucha (UTJL), y se sumaron asambleas barriales, organismos de derechos humanos, movimientos estudiantiles, organizaciones de trabajadores ocupados y desocupados.
