El Gobierno ha anunciado un incremento en los precios de los biocombustibles, una medida que afectará directamente al costo de la nafta y el gasoil. Esta decisión se suma a la reciente actualización de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que entró en vigor a principios de junio después de haber sido postergada.

La Secretaría de Energía, a través de las resoluciones 95 y 96 publicadas en el Boletín Oficial y firmadas por Eduardo Rodríguez Chirillo, ha establecido los nuevos precios de los biocombustibles:

Bioetanol a base de caña de azúcar: $635 por litro.

Bioetanol a base de maíz: $582 por litro.

Biodiesel: $951.285 por tonelada.

Estos biocombustibles son esenciales para el corte del 12% en la nafta y el gasoil, por lo que el aumento en sus precios podría reflejarse en los costos finales de estos combustibles.

El ajuste de los biocombustibles se produce poco después de la actualización de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que fueron implementados el 1° de junio. Esta actualización, que había sido postergada para evitar un impacto inflacionario significativo, resultó en un aumento de entre el 3,5% y el 5% en los precios de los combustibles.

Actualmente, los precios promedio en las estaciones de servicio de la Ciudad de Buenos Aires son los siguientes:

Nafta súper: $905 por litro.

Nafta premium: $1.111 por litro.

Gasoil común: $950 por litro.

Gasoil premium: $1.207 por litro.

Cómo ahorrar en la compra de combustible

A pesar de estos aumentos, los conductores pueden encontrar formas de ahorrar en la compra de combustible. Por ejemplo, cargar nafta en estaciones de YPF podría representar un ahorro significativo, de hasta $15.000 al mes, dependiendo del consumo y la utilización de promociones o programas de fidelización ofrecidos por la empresa.