El presidente, Javier Milei, fue objeto de atención por sus extensos viajes internacionales en sus primeros seis meses en el cargo. De acuerdo con informes, Milei pasó casi un mes fuera del país en este periodo, acumulando un total de siete visitas a diversas naciones, siendo Estados Unidos su destino preferido con cuatro viajes.

Estas giras fueron principalmente para participar en conferencias empresariales, recibir reconocimientos de organizaciones conservadoras y establecer conexiones con figuras destacadas, como Donald Trump y Elon Musk. Entre los eventos más destacados, Milei visitará Italia esta semana como invitado al G7, donde se reunirá con otros líderes regionales, incluyendo a Lula Da Silva.

Con un enfoque que algunos describen como "rockstar", Milei estuvo promoviendo su visión liberal y buscando inversionistas extranjeros. Además, ha sido objeto de críticas por el costo y la frecuencia de estos viajes, que hasta el momento han implicado una inversión significativa de recursos estatales.

A pesar de las controversias, Milei destaca su compromiso con la promoción de los valores occidentales y la lucha contra el socialismo, especialmente en el ámbito internacional. Sin embargo, la naturaleza y el propósito de estos viajes han generado debate dentro y fuera de Argentina, especialmente en un contexto de desafíos económicos y sociales en el país.

El gobierno argentino aún no  proporcionó detalles completos sobre los gastos asociados con estos viajes, lo que ha suscitado preocupaciones adicionales sobre la transparencia y la rendición de cuentas en el uso de fondos públicos. En medio de estos debates, la figura de Milei continúa generando interés tanto a nivel nacional como internacional, consolidándose como una figura polémica en el escenario político argentino.