Javier Milei dejó esperando a 19 embajadores y a su canciller, Diana Mondino, a las puertas del Centro Cultural Islámico de Palermo. La Cancillería no ofreció explicaciones y la Presidencia dio dos excusas. La primera, que Milei estaba en la Casa Rosada firmando decretos digitalmente. La segunda, que decidió no asistir al enterarse de la presencia del embajador de Palestina entre los invitados.

La postura de Milei alineado con Israel ha generado tensiones en la comunidad islámica del país, que considera su retórica anti-islámica peligrosa. Un dirigente de la comunidad señaló: "Decir que Hamas representa a todo el mundo árabe-islámico es falso, doloroso y muy peligroso".

Este incidente llama la atención, especialmente después de que la Cancillería emitiera un comunicado abogando por un cese al fuego y la creación de dos estados, en línea con Estados Unidos. Aunque el comunicado no es severo contra Israel, marca una diferencia en el tono respecto a la postura de Milei.

Fuentes diplomáticas indicaron que este giro responde a la posición de Estados Unidos, lo que expone la debilidad de Benjamin Netanyahu y su coalición de gobierno. La postura inflexible de Milei con los países árabes preocupa a diplomáticos que ven cómo esto podría afectar inversiones de un sector dinámico a nivel mundial.

El episodio también afectó la posición de Mondino, aumentando rumores sobre su posible salida, además de los problemas surgidos por su cercanía con Nicolás Posse, el ex jefe de gabinete.