Por primera vez desde que asumió Javier Milei en diciembre pasado, la inflación mensual arroja un dígito y, aunque sigue siendo un número alto y se asemeja a la medición de octubre del año pasado. En este sentido, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC), reveló que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) alcanzó en abril el 8,8%.

Con esta última cifra, el dato más alarmante es que la inflación en la Argentina escaló al 289,4% interanual, al mismo tiempo que reflejó que en los primeros cuatro meses del 2024 la suba de precios acumula un total 65%, cuando todavía resta más de medio año por transcurrir.

En este sentido, se supo que una familia tipo de cuatro integrantes necesitó de $828.158,19 de ingresos mensuales para superar el umbral de pobreza en abril de este año, lo que da como un resultado un 307,2 por ciento más que hace un año. Sin dudas, son datos que reflejan la grave crisis financiera que atraviesa no solamente el país, sino sobre todo el bolsillo de los trabajadores.

A pesar de ello, desde el Gobierno Nacional esgrimieron un festejo en el cual celebraron estos números, alegando que existe una desaceleración en el aumento de los precios, sin tener en cuenta que gran parte de esa merma se debe, justamente, a que las ventas cayeron estrepitosamente.

Al respecto, la última medición del INDEC pone de manifiesto el resultado de la contracción económica producto de las medidas adoptadas por Milei, que incluyen un congelamiento en los salarios que se tradujo en la caída del consumo.

En marzo pasado, el IPC había llegado al 11%, que en la sumatoria significó una suba de 287,9% interanual, un triste record que no se registraba desde hacía 40 años, por lo que, en definitiva, cualquier tipo de festejo para esos números no es otra cosa que una incoherencia que no se ajusta a la realidad que se vive en nuestro país.

Cabe recordar que, luego de la devaluación del tipo de cambio propuesta por el Presidente, la inflación pegó un enorme salto alcanzado el 25,5% en diciembre, mientras que llegó 20,6% en enero y 13,2% en febrero. En cuanto a las expectativas del Banco Central, en la previa se estimaba que para abril rondaría el 9%, un número bastante parecido a la medición final.  

En relación al mes de abril, la división de mayor aumento fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (35,6%) por los incrementos en las tarifas de gas, agua y electricidad. Le siguieron Comunicación (14,2%), por las subas en servicios de telefonía e internet, y Prendas de vestir y calzado (9,6%) por cambios de temporada.