Una Legislatura al rojo vivo: disputas, fracturas internas y el tablero electoral que se redefine en la Provincia
Viernes 13 de Junio de 2025

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Una Legislatura al rojo vivo: disputas, fracturas internas y el tablero electoral que se redefine en la Provincia

La renovación de la mitad de las bancas en Diputados y Senadores expone tensiones en Unión por la Patria, reconfiguraciones en la oposición y el avance de los libertarios. El futuro político de Kicillof, la pelea por el control parlamentario y nombres propios en la cuerda floja.

14 de Mayo de 2025

El escenario político de la provincia de Buenos Aires entra en ebullición a medida que se aproxima la renovación legislativa de este año. Con 46 bancas en juego en la Cámara de Diputados y 23 en el Senado, todas las fuerzas se juegan más que escaños: se definen liderazgos internos, estrategias de supervivencia y posicionamientos hacia 2027.

 

Unión por la Patria llega a este nuevo ciclo con su unidad interna severamente debilitada. El bloque oficialista, que actualmente cuenta con 37 diputados, no logra la mayoría necesaria para avanzar sin acuerdos con la oposición. La situación se agrava si se concreta la posibilidad de una fractura, dejando a Axel Kicillof con un margen aún más reducido para impulsar su agenda en los dos años restantes de gestión.

 

El Movimiento Derecho al Futuro, sello que encabeza el gobernador, apenas cuenta con once diputados fieles, de los cuales solo tres tienen mandato asegurado más allá de 2025. La inestabilidad también se evidencia en movimientos estratégicos, como el eventual regreso de Mercedes Landívar a la Legislatura, lo que implicaría una pérdida directa para Kicillof en manos del kirchnerismo más duro.

 

En ese ajedrez peronista, también se ubica el Frente Renovador, que conserva diez bancas —cuatro en disputa— y ostenta la presidencia de la Cámara baja, cargo clave en manos de Alexis Guerrera. La Cámpora, con 15 representantes, también se somete a la prueba electoral con seis lugares a defender.

 

El reparto de poder legislativo tiene como epicentro las elecciones en las secciones Segunda, Tercera, Sexta y Octava. El antecedente inmediato, las elecciones de 2021, mostró un reparto parejo entre el oficialismo y Juntos por el Cambio, con la irrupción del Frente de Izquierda en la Tercera sección y ahora la novedad del crecimiento libertario.

 

En este tablero emergente, La Libertad Avanza ya muestra músculo propio con trece legisladores y alianzas con sectores duros del PRO, sobre todo aquellos que respondían a Patricia Bullrich. La construcción territorial corre por cuenta de Sebastián Pareja, el armador designado por Karina Milei, quien apuesta a ampliar la base libertaria en todas las secciones.

 

También pisan fuerte los “libertarios dialoguistas”, nucleados en Unión Renovación y Fe. Lejos del mileísmo ortodoxo, este espacio liderado por Fabián Luayza y Gustavo Cuervo sólo pone una banca en juego y trabaja en la construcción de una “tercera vía” aún sin lista definida.

 

Juntos por el Cambio, por su parte, enfrenta su propia crisis interna. La UCR está dividida entre el sector que responde a Maximiliano Abad y el que nuclea a Lousteau y Manes. Este último grupo, Acuerdo Cívico UCR+GEN, pone en riesgo seis bancas. El PRO también deberá defender ocho de sus trece lugares actuales, en un contexto donde el liderazgo nacional de Mauricio Macri y su acercamiento al gobierno de Milei generan incertidumbre.

 

En caso de mantenerse la ley que limita las reelecciones, varios nombres reconocidos quedarán fuera de juego. Entre ellos, referentes de todos los espacios: desde Tignanelli y Larroque por el kirchnerismo, hasta Etchecoin (Coalición Cívica), Urreli y Ranzini (PRO), y Emiliano Balbín (UCR).

 

En el Senado, el panorama no es menos complejo. Verónica Magario conduce una Cámara donde el peronismo necesita alianzas para alcanzar el quórum, ya que posee 21 legisladores. Pero de ese total, solo dos son leales al espacio de Kicillof. La firma de 16 senadores en un proyecto que contradice los intereses del Ejecutivo provincial dejó al descubierto una fractura profunda, donde incluso figuras como Marcelo Feliú y Bali Bucca prefieren mantenerse al margen del conflicto.

 

Este año se renuevan bancas clave en la Primera, Cuarta, Quinta y Séptima secciones. Aquí también surgen especulaciones de alto voltaje: se habla, en voz baja, de una posible candidatura de Sergio Massa por la Primera sección electoral, lo que reconfiguraría el tablero político de forma impredecible.

 

En la Cámara alta, los libertarios sorprendieron en 2023 al colarse con cinco bancas, que hoy se reparten en tres bloques distintos tras nuevas fugas y realineamientos. La titular de la bancada oficialista, Teresa García, no podrá ser reelecta, al igual que varios históricos de diferentes espacios si no se modifica la ley de reelecciones.

 

Con siete de sus ocho senadores en juego, el radicalismo atraviesa un momento crítico en la Cámara alta. El PRO, con cuatro bancas en disputa, observa con atención lo que ocurra en el Congreso nacional y los movimientos de Macri y Bullrich, que repercuten directamente en el armado bonaerense.

 

 

El recambio legislativo en Buenos Aires no solo redefine la correlación de fuerzas, sino que anticipa una feroz batalla por el poder político hacia 2027. Las elecciones de este año serán el campo de pruebas para alianzas, rupturas y estrategias de supervivencia. Nada está asegurado y todo parece estar en juego.

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