Este miércoles, el Gobierno nacional de Javier Milei anunció un importante operativo de seguridad en respuesta a la marcha de los jubilados que se llevará a cabo en la Plaza del Congreso. El evento, que se realiza todos los miércoles en demanda de un aumento en la mínima, cobró fuerza al recibir el apoyo de gremios, estudiantes y hasta hinchas de fútbol, lo que ha llevado a la administración de Milei a considerarlo una "acción con tinte político".

Si bien la convocatoria era para las 17 horas, a las 15 la Plaza del Congreso ya estaba repleta de jubilados e hinchas de distintos clubes de todo el país. Allí se registraron los primeros momentos de tensión con los efectivos que no permitían que los manifestantes bajen a Avenida Entre Ríos. 

El operativo de seguridad estará a cargo de más de 850 agentes de la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura, Policía de Seguridad Aeroportuaria, y efectivos de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Además, el gobierno porteño, encabezado por Jorge Macri, colaborará en el despliegue de fuerzas. Las autoridades del Ministerio de Seguridad aseguraron que se tomarán todas las medidas necesarias para garantizar el orden público y evitar bloqueos en la vía pública, anticipando la posibilidad de una nueva represión por parte de la Policía Federal.

Desde el Ejecutivo, sostienen que la marcha de los jubilados es impulsada por sectores que buscan desestabilizar la gestión de Milei, enfatizó que el objetivo del operativo es evitar incidentes y mantener la protesta dentro del perímetro de la Plaza del Congreso. Además, Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, ordenó reforzar los controles en los accesos a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para impedir la llegada de colectivos con manifestantes del Conurbano bonaerense, supervisando los micros a través de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).

En paralelo, el Ministerio de Seguridad implementará el programa Tribuna Segura, utilizado en eventos deportivos, para controlar el ingreso de personas a la capital y detectar a aquellos con restricciones legales o pedidos de captura, quienes podrían ser detenidos de manera inmediata. También se advirtió que se detendrá a quienes alteren el orden público, aplicándoles la Restricción de Concurrencia Administrativa a eventos deportivos, con penas de hasta dos años de prisión, según el artículo 94 del Código Penal.

A pesar de las restricciones impuestas, la marcha sigue sumando apoyo, con la participación confirmada de sindicatos como la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), la Unión General de Asociaciones Sindicales de Trabajadores del Transporte (UGATT), el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA), así como de docentes, universitarios y taxistas. Además, varios grupos de hinchas de fútbol han llamado a respaldar la movilización, incluyendo a hinchas de clubes como Estudiantes y Gimnasia de La Plata, Ferro, Boca, Tigre, Argentinos Juniors, Racing, Independiente, All Boys y Chicago.

Aunque la marcha no está organizada oficialmente por los clubes de fútbol, varios referentes del deporte, como los campeones del mundo Héctor "Negro" Enrique, Fernando Signorini y Dalma Maradona, expresaron su apoyo a los jubilados. La movilización, que se perfila como una de las más significativas del año, se llevará a cabo en un contexto de creciente tensión social, con los organizadores asegurando que será pacífica y centrada en visibilizar el reclamo de los pensionados frente a los ajustes en el sistema previsional y la pérdida de poder adquisitivo.