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La Corte de EE. UU. aprobó un embargo de activos argentinos por USD 210 millones
Esta medida fue habilitada tras la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en enero, que permitió que se embargaran los activos del Estado argentino por reclamos de deuda pendientes desde el default de 2001.
7 de Febrero de 2025

La jueza Loretta Preska, del Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, aprobó finalmente el embargo de USD 210 millones de activos argentinos en respuesta a los reclamos de deuda impaga por parte de holdouts. Esta medida fue habilitada tras la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en enero, que permitió que se embargaran los activos del Estado argentino por reclamos de deuda pendientes desde el default de 2001.
EEUU sigue su bombardeo judicial sobre los fondos argentinos. La jueza Loretta Preska resolvió otro embargo por U$S 210 millones a pedido de fondos buitre. El dinero será tomado de cuentas de la Reserva Federal de Nueva York, Alemania y Suiza. ¿Y el préstamo del FMI? Por ahora,… pic.twitter.com/EBw9lBQcpp
— César Biondini (@BiondiniCesar) February 7, 2025
El embargo de USD 210 millones corresponde a los activos que forman parte del colateral de los Bonos Brady, y será ejecutado a través de una orden en la Reserva Federal de Nueva York, entregándose al fondo Attestor Master. Además, la jueza Preska congeló otros USD 100 millones hasta que dos grupos de acreedores, Attestor Master y Bainbridge Fund, finalicen su disputa sobre esos fondos.
Según Sebastián Maril, consultor de Latam Advisors y experto en los juicios que enfrenta Argentina en el exterior, los holdouts obtuvieron fallos favorables para embargar activos argentinos, pues nunca cobraron los pagos tras el default de 2001. En este caso, Attestor Master reclama USD 460 millones y Bainbridge Fund USD 100 millones. Estos fondos encontraron activos argentinos vinculados a los Bonos Brady, los cuales fueron embargados en 2022. Tras una apelación fallida de Argentina, la Corte Suprema rechazó el pedido de la nación, dejando la ejecución del embargo en manos de la jueza Preska.
Maril explicó también que Bainbridge Fund, aunque no participó del primer embargo, solicitó intervenir en la disputa por los colaterales de los Bonos Brady, pero la jueza solo aprobó el embargo de USD 100 millones, dejando que ambos fondos discutan posteriormente la posesión de estos bonos.
Este fallo refleja la continuidad de los reclamos por deuda de bonos que quedaron en default hace 23 años. El fallo de la Corte Suprema en enero, que rechazó la apelación argentina, refuerza una serie de victorias previas obtenidas por los holdouts. Durante esos años, Argentina fue obligada a entregar títulos que fueron utilizados como garantía de pago de los Bonos Brady, emitidos en los años 90. Sin embargo, con el pago de las obligaciones de la deuda en 2023, los títulos quedaron liberados, pero ahora nuevos fondos quedaron embargados.
Los fondos involucrados, como Attestor Master, Trinity Investments, White Hawthorne, Bison Bee LLC y Bybrook Capital Master, adquirieron deuda argentina desde 2001, comprando bonos de tenedores que no participaron en los tres canjes de deuda realizados por Argentina en 2005, 2010 y 2016. Estimaciones indican que estos fondos representan menos del 3 por ciento del total de los tenedores originales de la deuda en default.
Los activos embargados están en manos del Tesoro de Estados Unidos, que los recibió como garantía de los Bonos Brady, emitidos a principios de los años 90 como parte de un programa de refinanciación de deuda lanzado por el entonces secretario del Tesoro estadounidense, Nicholas Brady. Si Argentina no cumplía con los pagos de los bonos Brady, los acreedores podían reclamar los bonos del Tesoro estadounidense depositados en la Reserva Federal de Nueva York como compensación.
