Los discursos de Milei y Cuneo Libarola: una peligrosa normalización del odio
Jueves 27 de Marzo de 2025

Análisis y opinión

ni una menos

Los discursos de Milei y Cuneo Libarola: una peligrosa normalización del odio

En menos de una semana Milei cuestionó la "ideología de género" y asociando la homosexualidad con la pedofilia, y Cuneo Libarola sugirió eliminar la figura del femicidio. Un claro ataque a las minorías, embanderados detrás del grito hipócrita de "libertad".

25 de Enero de 2025

Los recientes dichos del presidente de Argentina, Javier Milei en Davos y la postura de Mariano Cuneo Libarola sobre la figura del femicidio constituyen una alarmante regresión en materia de derechos humanos, especialmente en lo que respecta a las mujeres y las disidencias. Estos discursos no solo reflejan un desprecio hacia los avances conseguidos en la lucha contra la violencia de género, sino que también alimentan un clima de odio y desinformación que pone en peligro las leyes que buscan proteger a las víctimas de femicidios.

 

En su intervención en el Foro Económico Mundial, Milei arremetió contra lo que calificó como "ideología de género", argumentando que "en sus versiones más extremas, constituye lisa y llanamente abuso infantil"

 

En este sentido, afirmó que dicha ideología lleva a la "pedofilia" y crea un "entorno de abuso", relacionando injustificadamente la lucha por los derechos de las disidencias con la explotación infantil. También manifestó que la homosexualidad forma parte de una "ideología" que atenta contra la "naturaleza humana", disparando ataques hacia la comunidad LGBTIQ+ y buscando deslegitimar la diversidad sexual. 

 

Por su parte, Cuneo Libarola, quien ratificó la eliminación de la figura del "femicidio" del Código Penal, propone un retroceso en el enfoque de la justicia penal frente a la violencia de género. Al desestimar la necesidad de una ley específica, el discurso del abogado subestima la magnitud del problema y las demandas de quienes, día a día, sufren las consecuencias de un sistema judicial que históricamente ha minimizado la violencia hacia las mujeres. 

 

La declaración de Mariano Cúneo Libarola es una absoluta aberración. Es un insulto a las mujeres y disidencias que todos los días luchan por sobrevivir en un país donde la violencia de género mata y destruye vidas. Borrar la figura del femicidio no solo niega la existencia de este crimen, sino que minimiza el sufrimiento de miles de víctimas. Es un retroceso terrible que deja claro que ciertos sectores poderosos buscan tapar o incluso justificar la violencia machista, y que es un tema que se puede borrar de un plumazo en la agenda social y legal.

 

Este tipo de posturas no hacen más que reforzar el clima de indiferencia ante la violencia estructural que padecen las mujeres, niñas y disidencias, promoviendo la invisibilización de una problemática que debería ser prioritaria en la agenda pública. Al eliminar la figura del femicidio, se corre el riesgo de diluir la gravedad de estos crímenes, lo que podría traducirse en la perpetuación de la violencia de género bajo la aparente normalidad.

 

Las declaraciones de Milei y Cuneo Libarola no son anécdotas aisladas, sino que representan una tendencia peligrosa que se propaga a través de discursos conservadores, que bajo el pretexto de "defender valores tradicionales", en realidad atacan los avances obtenidos en materia de derechos humanos, igualdad y justicia social. La sociedad no puede permitir que estas ideas, cargadas de odio, sigan teniendo cabida en el debate público.


Es fundamental que nos mantengamos alerta y que defendamos los derechos conquistados a fuerza de lucha. La eliminación de la figura del femicidio y el rechazo a los derechos de las disidencias son un peligro para la democracia y la igualdad. A través de estos discursos, lo que se busca es sabotear las leyes que protegen a las víctimas de violencia, sembrando un terreno fértil para la continuidad del abuso y la discriminación.

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